martes, 18 de diciembre de 2012

La vergüenza institucional del Real Madrid.

Cuando el Real Madrid fichó a Mourinho fichaba a la actual reencarnación de Nicolás Maquiavelo, el propulsor del fin justifica los nervios. Mou es un ególatra, que piensa que es la reencarnación de Dios en entrenador. Es indudable que es un entrenador con buenos resultados, pero con la plantilla actual del Real Madrid creo que yo mismo aseguro un segundo puesto en la liga y llegar lejos en Champions. Florentino había firmado un pacto con el diablo al firmar a Mou.Había renunciado, a cambio de resultados a una de las banderas más preciadas del madridismo, el señorío. La misma afición del Real Madrid se ofuscó con él pensando que es la única opción que puede romper la hegemonía azulgrana. Soy un admirador del buen fútbol y sólo quiero ganar jugando bien y es por ello que me siento orgulloso de como juega el Betis de tú a tú al propio Barcelona. Si un Betis juega a un nivel que con un poco de suerte puede ganar a un Barcelona, ¿que no haría una plantilla como la del Madrid?. Hasta ahora todo un falso debate futbolístico entre resultados o fútbol, cuando es obvio que el buen fútbol antes o después da resultados.
El tema es que tras este fin de semana ya no es un debate futbolístico, si no un debate ético. Este sábado el equipo técnico del Real Madrid con Mou a la cabeza se han permitido el lujo de encerrar a un periodista para intimidarlo e insultarlo al más puro estilo camorresco. El Real Madrid, y más concretamente Florentino, no ha dicho nada. Este tema sólo tiene una salida lógica y justa que es el cese automático de Mourinho. Si tarda más tiempo, evidentemente Florentino tendría que irse de la mano, por intentar vender la grandeza y el señorío del Real Madrid a manos de un hombre más cercano a la delicuencia que a cualquier otro tipo de virtud.